Metió quinta en Alemania

Cinco triunfos al hilo: ese es el saldo del equipo de Sabella en los últimos 10 meses. Con un rendimiento que fue de menor a mayor, el seleccionado redondeó un buena producción en Fráncfort con un 3 a 1 sobre los germanos. Messi, la estrella de la noche, y Di María, los mejores.

Por Diego R. Sánchez / Especial para El Fulbaso

Argentina logró una buena producción colectiva en Fráncfort, donde ayer derrotó a Alemania por 3 a 1 en un partido que seguramente le servirá para aceitar las piezas de cara a los compromisos por Eliminatorias Sudamericanas.

Es cierto que el seleccionado germano no contó con muchas de sus figuras, pero jugó en su casa, ante su gente, condimento extra si los hay en este tipo de amistosos, donde a las potencias mundiales nunca les gusta perder.

Lionel Messi una vez más fue el protagonista indiscutido de la jornada. Fue el más buscado de la noche en el lujoso Commenrzbank-Arena, donde muchos alemanes pagaron la entrada para poder verlo de cerca, en acción. No solo vitorearon al crack rosarino cuando su ficha se reflejó en las pantallas y la voz del estadio pronunció su nombre, sino que incluso el público aplaudió a “Leo” en varios pasajes del juego.

El equipo de Alejandro Sabella en líneas generales fue de menor a mayor. Empezó muy mal, sufriendo el dominio alemán por más de 20 minutos. En ese lapso el conjunto local pudo haber marcado algún gol, ya que contó con una par de situaciones claras frente al arco de Sergio Romero (de buena labor). Argentina sufrió mucho por el lateral derecho, donde Pablo Zabaleta no hizo pie y al inicio fue superado en número por los alemanes. Pero por falta de precisión de los anfitriones, que no pudieron sacaron diferencias cuando pudieron, les jugó una mala pasada. Es que Argentina de a poco salió del asedio y comenzó a emparejar con una buena tarea de Mascherano en el mediocampo.

Mientras, Messi tenía un partido aparte. Fue a tirar un córner y los alemanes de la esquina se pusieron de pie para aplaudirlo. Cuando tuvo que ejecutar otro, pero del lado donde había mayoría de argentinos, lo ovacionaron. “Leo” es el mejor del mundo, y se lo hacen saber en cada rincón del planeta que visita.

Cuando la Selección empezó a encontrarse con la pelota, y Messi y Di María entraron en juego, las cosas se le hizo más fácil. Y el penal a José Sosa (de flojo encuentro), promediando la etapa, acentuó definitivamente el control albiceleste. Iban 28 minutos cuando el arquero Ron-Robert Zieler derribó al de Carcaraña dentro del área, el árbitro cobró la falta y encima expulsó al arquero local. Allí entró en escena el “1” suplente, Marc-André Ter Stegen, quien se dio un gran gusto: atajarle la ejecución nada menos que a Messi. Todo siguió igual en el marcador, y también en el trámite. Argentina manejó el balón y arrinconó a un rival que con un hombre menos se refugió muy atrás. Y los de Sabella, que habían mejorado mucho, se encontraron con un regalo de Sami Khedira, que intentó rechazar en un córner y terminó metiendo la pelota dentro de su arco.

La idea del primer tiempo se ratificó en el segundo, cuando el tridente de ataque se encargó de liquidar el duelo. Agüero (que había entrado por Sosa) abrió para Higuaín y el hombre del Real Madrid tocó atrás para la entrada de un Messi que sacó el zurdazo letal para el 2-0. Partido liquidado. Parecía imposible que Alemania pudiera lastimar –salvo un gol anulado por posición adelantada y otra jugada que terminó con un tiro en el poste- poco pudo hacer una joven selección alemana ante la solidez del visitante.

Ahí apareció lo mejor de Argentina, y como dijo luego Sabella, “se vio un equipo”. Porque la Selección tocó y tocó y, cuando pudo, fue profundo. De haber estado más precisos los de arriba, el partido pudo terminar en goleada. Higuaín y Agüero se perdieron un par de goles, al igual que Messi, que estrelló un tiro en el palo tras gambetear todo lo que se le cruzó. Además “Leo” también tuvo un mano a mano donde le “picó” la pelota al arquero para el aplauso de gran parte del estadio, más allá de que la redonda se fue besando el palo izquierdo. El tercer gol maduró pronto y llegó por un tremendo latigazo de Angel Di María, ayer junto con Messi de lo mejor de la cancha.

Luego quedó tiempo para el descuento alemán con un lindo cabezazo de Höwedes y para que un hincha se metiera al verde césped en busca de un saludo del mejor futbolista del mundo, Messi. Y el argentino, con buena onda, le tendió la mano al fanático, que luego se entregó a los agentes de seguridad, aclamado por el público y con el sueño cumplido. Argentina sufrió menos en defensa y esa es una buena noticia. Si bien Alemania no jugó con todo su poderío, la estructura del equipo se mostró fuerte en todas las líneas. La defensa mejoró y el equipo demostró que sigue afianzando la idea del entrenador, que pide justamente eso, ser un equipo y a partir de ahí explotar las individualidades. Argentina ganó en Fráncfort, sumó su quinta victoria consecutiva y llega con el ánimo bien alto al partido del mes que viene contra Paraguay, ya por los puntos y en otra fecha de las Eliminatorias Sudamericanas.

5 son los triunfos al hilo de Argentina: 2-1 a Colombia, en Barranquilla, el año pasado; y 3-1 a Suiza, en Berna; 4-0 a Ecuador, en Buenos Aires; 4-3 a Brasil, en Nueva York; 3-1 a Alemania, en Fráncfort, todos este año.

Lo que viene. La próxima presentación de la Selección será en Córdoba, el 7 de septiembre, ante Paraguay, en otra fecha de Eliminatorias rumbo a Brasil 2014. Luego, cuatro días después, se las verá con Perú, en Lima.

Por Diego R. Sánchez / Especial para El Fulbaso

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