Penales, sufrimiento y boleto a semifinales

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Sin aire, con el corazón en las manos y los nervios a flor de piel. Así terminó anoche Argentina en el estadio Sausalito, donde sufrió como pocas veces pero al final logró su ansiado boleto a las semifinales de la Copa América de Chile tras derrotar a Colombia por 5-4 desde el punto de penal.

El conjunto nacional fue superior a su rival, pero no pudo plasmar en la red esa supremacía y terminó con angustia obteniendo una clasificación que, al final, se festejó mucho. Los miles de argentinos se unieron en un grito ensordecedor tras las atajadas de Romero y la definición de Carlos Tevez, aquel que había fallado hace cuatro años ante Uruguay en Santa Fe y que anoche cambió un mal recuerdo por alegría.
En los 90 minutos, fue todo de Argentina, que dominó a gusto el trámite del juego. Javier Pastore pudo abrir el marcador tras un centro rasante de Di María. Salvó Ospina. De ese córner se lo perdió Rojo, quien metió un frentazo que terminó por encima del travesaño. Messi combinó con Di María, pero “Fideo” no se animó a patear y la devolución a “Leo” fue interceptada. Después el mexicano Roberto García, de pésimo arbitraje, empezó con su show de no cobrar faltas y amonestar por hablar y jugadas insignificantes. Así se llevaron la amarilla James Rodríguez –de floja labor- y Sergio Agüero.

Alexander Mejía bajó a Messi y se ganó la amarilla. Ahí nomás el “Kun” se impuso arriba pero su cabezazo terminó alto.

José Pekerman sacó a “Teo” Gutiérrez y puso a Edwin Cardona, buscando contener y recuperar un mediocampo que estaba en poder absoluto del elenco de Gerardo Martino.

Luego Ospina mostró sus aptitudes. Primero se lució tapando el gol a Agüero e inmediatamente después ante Messi, quien cabeceó tras el rebote pero el “1” colombiano sacó una pelota imposible y, solo por su actuación, siguió el empate en la fría noche de Viña del Mar.

Poco de Colombia en lo futbolístico. Los “cafeteros” esperaron a una Argentina que se mostró siempre superior. Pero estuvo Ospina para abortar cualquier aspiración albiceleste. Messi hizo una delicia entre dos rivales, Di María metió el centro y casi Zapata mete el gol en contra, en una acción que controló nuevamente el gran Ospina. Zurdazo de Biglia, afuera. Era todo del seleccionado argentino, que tras un desborde de Rojo logró amonestar a Cuadrado (debió irse expulsado por reiteradas faltas, algunas bruscas).

Messi habilitó a Pastore y el arquero, como a lo largo de los 45 minutos iniciales, rescató a Colombia.
Sergio Romero no tocó la pelota. Es que Colombia ni siquiera remató al arco ni generó riesgo alguno. Argentina se fue al descanso con sabor amargo, con superioridad en el juego (86 por ciento de posesión de balón contra 12 del rival y con las mejores chances de gol) pero no en el marcador.
El complemento siguió igual, con los de Martino proponiendo y los colombianos esperando bien metidos atrás.

El “Tata” metió a Tevez (por Agüero). Y fue el “Apache” quien sacó un derechazo que pegó en el ángulo tras una apilada de Messi. Después otra vez el palo salvó a Colombia luego de un córner de “Fideo. Argentina presionaba, los hinchas también.

Pero el árbitro hizo todo lo posible para entorpecer el juego con fallos equivocados. Tevez tocó ante la salida de Ospina, pero le ahogaron el gol en la línea de cal. Argentina merecía más, pero no lo podía hacer valer en la red y la definición se fue a los penales. Y allí, como contra Holanda, “Chiquito” Romero se hizo gigante y Tevez cambió suspenso por festejo. Argentina está en semifinales y la ilusión de levantar la Copa tras 22 años sigue intacta.

De la angustia al festejo

Fue James, zurdazo a la derecha de Romero: 1-0. Messi, con tranquilidad, también con la zurda y a la derecha: 1-1. Llegó el turno de Falcao, derechazo cruzado para el 2-0. Empató Garay, con un sablazo: 2-2. Cuadrado puso el 3-2 con otro fierrazo a la derecha. Pateó Banega, 3-3. Y Muriel lo tiró a la tribuna para que Lavezzi estampara el 4-3 y pusiera arriba a los argentinos. Romero casi se lo saca a Cardona, pero el remate se le escabulló entre los dedos. Biglia tuvo la clasificación y la desperdició desviando su derechazo. Todo igual pero Romero se hizo grande y se lo atajó a Zúñiga. Y la gloria estuvo en los pies de Rojo, pero también falló. El suspenso era nervio, en todos los rincones del Sausalito.
Y Murillo lo tiró a las nubes. Fue Tevez, quien había fallado en aquella noche amarga de Santa Fe, pero que en Viña del Mar se reivindicó con él mismo y le dio una sufrida pero festejada victoria a la Selección.

– De luto. Agentina salió a la cancha con los jugadores portando un brazalete negro debido al fallecimiento del papá de Diego Armando Maradona.

– 115 son los partidos a los que llegó Javier Mascherano con la camiseta de la Selección. Está a 30 de Javier Zanetti, quien más veces se vistió de celeste y blanco.

Grito a grito

Los argentinos le pusieron calor a la fría noche de Viña del Mar. Para entrar en calor, cantaron el clásico “vamos, vamos, Argentina…” para luego corear cánticos contra ingleses y chilenos. Los locales apoyaron a los colombianos, que empezaron efusivos pero se fueron acallando, quizás porque desde el campo de juego sus jugadores no transmitían emociones ya que todo pasaba por lo que hacía Argentina.
Cuando Argentina apretaba, sus hinchas soltaron “Colombia tiene miedo…” Los que eran visitantes de repente se hacían sentir como locales en el estadio Sausalito, donde los hinchas estuvieron entreverados más allá de las rivalidades. Ya en los penales, y con Tevez desatando el delirio en las tribunas, los argentinos se deleitaron con el “olé, olé, olá, soy argentino” y, claro está, cargaron a los colombianos, a los chilenos y se acordaron hasta de los brasileños.

Por Diego Sánchez
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Prensa AFA
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