Uno por uno de Argentina ante Islandia

CABALLERO: Tuvo una buena atajada cuando el partido estaba 1-1, pero en la jugada del gol islandés fue responsable: primero salió mal en el centro que inició la acción y después dio un rebote corto. No dio garantías.

ROJO: Perdió en algunas pelotas aéreas, donde le ganaron fácilmente las espaldas. Cuando se proyectó, que fue muy poco, estuvo dubitativo. No mostró seguridad.

OTAMENDI: Quizás uno de los mejores valores albicelestes. Fue un guerrero en la marca y hasta supo irse arriba buscando romper líneas.

SALVIO: En una posición que no es la suya siempre se ofreció como opción, pero le costó imponerse y, por ende, llegar por su costado y pisar el área.

MASCHERANO: Estuvo atento en la marca e intentó ser conector en la transición de defensa a ataque. Aceptable actuación en un equipo con pocos puntajes altos.

BIGLIA: Nunca encontró una posición favorable y tal vez el esquema planteado por el DT y el sistema propuesto por el rival hizo que fuera el primer jugador en salir de la cancha. Flojo rendimiento.

MEZZA: Hizo un aceptable partido, pero como a todo el equipo le faltó profundidad. No pudo desnivelar en el mano a mano, que es para lo que está.

DI MARÍA: No pesó en el juego y nunca encaró por su banda. Poquito del “Fideo”, que sigue sin encontrar un buen nivel en el seleccionado.

AGÜERO: Junto a Otamendi de lo más destacado. Salió a pivotear, buscó asociarse y metió un verdadero golazo entre varios islandeses. Bien el “Kun”.

MESSI: No fue su mejor versión, a pesar de que las pocas ocasiones de gol salieron desde sus pies. El equipo dependió mucho de él, que siempre estuvo rodeado por dos o tres rivales y le faltó compañía para jugar. Termina deslucida su actuación por fallar un penal que pudo ser clave para ganar.

BANEGA: Entró para darle agilidad al juego, pero no funcionó. No aceleró y fue repetitivo como el resto; quedó atrapado entre la madeja defensiva tejida por Islandia y en lugar de una solución fue más de lo mismo.

PAVÓN: Entró poco en juego, pero tuvo dos buenas acciones: una que podría haber sido penal a favor y un remate que atajó muy bien el “1” islandés.

HIGUAÍN: Casi no entró en juego. Debió ingresar antes.

SAMPAOLI: No supo darle soluciones desde el banco, ya que demoró los cambios que pudieran darle vértigo al ataque. El equipo se sintió confundido, con el once inicial e incluso con las modificaciones. Se equivocó en el planteo táctico ante un rival que siempre muestra una férrea disciplina defensiva y al que no le encontró la vuelta para doblegarlo desde el mismo momento de parar el once inicial.

Por Diego Sánchez
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Prensa AFA