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Condimentos sobraban: más allá de que por sí un Superclásico siempre es esperado y suele dejar mella en ambos equipos. Pero este tenía algo más, sabido es ya el inmejorable 2015 de River, que obtuvo todo lo que jugó a nivel Sudamericano, como también lo que esto influyó en el mundo Boquense, que pese a haber conseguido el último Torneo Local y ser vigente campeón de la Copa Argentina, estrenaba técnico en competencia doméstica luego de la salida de Rodolfo Arruabarrena.

Y no era un entrenador del montón el que se presentaba, era ni más ni menos que Guillermo Barros Schelotto, con todo lo que ello significa. Además es un secreto a voces en el mundo del fútbol que la llegada de una nueva cabeza de grupo a un vestuario trae consigo efectos inmediatos, sobretodo en el factor anímico de los jugadores, que se sienten renovados y vuelven a luchar por estar en consideración, o bien por reafirmar su puesto en la cancha. El gran público que se hizo presente en el Estadio Monumental también conspiró para que sea un encuentro imperdible.

Lo cierto es que finalmente no se sacaron ventaja y terminaron empatando 0-0, en un partido en lo que mucho fue se lo que se metió, y poco lo que se jugó. Aunque es menester destacar que en esta última materia, el conjunto local le sacó una amplia luz de ventaja a su eterno rival. Ya que contó con las mejores situaciones de gol a lo largo de los 90 minutos, y que de haber sido determinante en el área custodiada por Agustín Orión, se hubiese adjudicado los 3 puntos.

Fue un buen primer tiempo el del Millonario, que controló, presionó y contó con las acciones de mayor riesgo del período, principalmente a través de los pies de Rodrigo Mora. Quien pudo haber puesto arriba en el marcador a los dirigidos por Marcelo Gallardo, si no hubiese estrellado su remate en el poste derecho del arco visitante, luego de recibir un perfecto centro de Sebastián Driussi. Por el lado de los Xeneizes, sólo hubo intentos aislados de su figura Carlos Tévez, y en las corridas solitarias de Sebastián Palacios. Algo es cierto: le pesó mucho la presión que sufrieron sus volantes de marca y juego, como lo son Fernando Gago y Pablo Pérez.

El complemento fue más parejo. Teniendo en cuenta que los locales perdieron el control de pelota de la primera etapa y el visitante se animó a ir por más. Y como sucedió en los primeros 45 minutos, Mora volvió a tener la chance de quebrar la paridad, pero se encontró con poco ángulo para definir ante Orión, luego de una falla en la definición de Iván Alonso, tras una gran habilitación de Gonzalo Martínez. Acto seguido, el tiempo siguió transcurriendo y ninguno de los dos pudo doblegar la defensa contraria y terminaron firmando tablas.

Ya con el resultado puesto es momento de análisis: con este empate, tanto River como Boca, quedaron con 8 puntos en sus respectivas zonas, y parecieran haber quedado lejos del podio. Aunque es sabido que ambos tienen su cabeza puesta en sus encuentros por Copa Libertadores, que tendrán que enfrentar en la semana que está por comenzar. En donde el Millo recibirá a San Pablo y los Bosteros viajarán a Bolivia para medirse con Bolivar.

Por Federico Urriza
Imagen Agencia VOVOPAD