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No, no estoy hablando del programa de televisión conducido por Diego Armando Maradona, que se transmitió durante el segundo semestre de 2005 por la pantalla de Canal Trece. Me estoy refiriendo a la espectacular noche que tuvo Lionel Andrés Messi Cuccittini en Quito. El rosarino hizo gala de todas sus habilidades y con sus tres goles depositó a la Selección Nacional en Rusia 2018.

El país estaba expectante, al igual que los hinchas argentinos que se hicieron presentes en el Estadio Olímpico Atahualpa de la capital ecuatoriana. Era la última chance con que contaba la Albiceleste para obtener un pasaje al próximo Mundial. Atrás ya había quedado el empate en cero frente a Perú en La Bombonera. Ahora sólo servía un resultado: GANAR. Y todos los jugadores lo sabían.

No faltó nadie a la cita: desde nuestro país, además de la delegación oficial, viajaron viejos conocidos del plantel, como Julián Camino y Claudio Gugnali, ayudantes de Alejandro Sabella, en aquel seleccionado que nos emocionó a todos y que quedó en la puerta de la gloria en Brasil 2014. Hasta un brujo fue parte de la aventura. Sí, leyó bien, y fue el mismo que acompañó a Estudiantes de La Plata en su campaña de la Copa Libertadores 2009. Creer o reventar.

Lionel Messi: “Hubiese sido una locura que Argentina no estuviera en el Mundial. El grupo no se merecía eso por todo lo que viene peleando, remando. Muchos vienen siendo discutidos pese a haber llegado a tres finales. Hoy era un día importante para todos”.

A la misma hora se jugaba la fecha completa de Eliminatorias en toda Sudamérica. Brasil recibía a Chile, Perú hacía lo mismo frente a Colombia, al igual que Uruguay frente a Bolivia y Paraguay con Venezuela. De todos estos encuentros saldrían los tres clasificados restantes (ya que los brasileños ya tenían un boleto asegurado), y aquel que debería disputar un repechaje frente a Nueva Zelanda.

Para colmo el panorama para Argentina comenzó oscuro: antes del minuto los ecuatorianos ya estaban en ventaja. Sin dudas, el peor escenario posible. Pero todo esto iba a cambiar en cuestión de minutos, ya que la noche guardaba una sorpresa para uno de los jugadores que estaba en cancha. Como no podía ser de otra manera, la noche del 10/10 fue para Lionel Messi, el mejor jugador del siglo.

El astro del Barcelona hizo añicos todo planteo posible. Como se suele decir en la tribuna o en el café: “la rompió toda”. No entendió ni de alturas, ni de contextos, ni de posibles eliminaciones. El rosarino convirtió en oro todas las pelotas que tocó, se lo notó feliz, como hace mucho no sucedía. No por sus goles, sino por el desahogo que fue quebrar la sequía del equipo en general, que no lograba convertir desde la victoria frente a Chile (con un tanto suyo, por supuesto).

Además siguió aumentando su historia personal con la celeste y blanca, camiseta con la que con el hattrick de ayer, ya lleva anotados 61 goles. También logró convertirse en el máximo goleador de la historia de las Eliminatorias Sudamericanas. “La Pulga” llegó a las 21 conquistas (igual cantidad que el uruguayo Luis Suárez), en la tercera posición de la tabla se encuentra otro argentino, Hernán Crespo, con 19.

Por Federico Urriza
Imagen Prensa AFA