Tan sólo 48 horas estuvimos en Porto Alegre, la ciudad que nos dió la primera victoria en esta Copa América Brasil 2019 y que nos aseguró el pasaje a los cuartos de final de la competencia.

Desde el principio nos resultó una región que se movía a un ritmo similar a la de cualquiera de nuestro país. Por el caudal y el calor de su gente, que desde un principio nos hizo sentir como en casa.

El primer día tuvimos la oportunidad de conocer el Estadio Beira-Rio, la casa del Inter, que es junto al Gremio, uno de los clubes más importantes y tradicionales de todo el territorio carioca. Menciones que se han sabido ganar gracias a sus grandes hitos a nivel continental e internacional.

Así entrenaba el seleccionado – Redacción

Allí Argentina realizó sus habituales entrenamientos, preparando el trascendental encuentro frente a Qatar. A uno de ellos pudimos asistir, casualmente en el que abrieron las puertas para que participen los cientos de simpatizantes argentinos que se acercaron al José Pinheiro Borda.

Ya en el día del partido, fuimos testigos presenciales de la gran movilización Albiceleste que copó el Arena de Grêmio e hizo sentir al combinado de Lionel Scaloni como si jugara de local en cualquier cancha de nuestro bendito suelo.

Messi, ídolo continental – Redacción

Tras dos largos e intensos días, emprendimos nuestro partida hacia nuestro próximo destino: Río de Janeiro. En dónde la Selección de Lionel Messi y compañía jugarán ante Venezuela en el histórico Estadio Maracaná.

Esperamos contar con la misma fortuna que nos acarició por primera vez en Porto Alegre, a la que sin duda recordaremos con un cariño especial cada vez que pensemos en ella. El sueño sigue más vivo que nunca.

Por Federico Urriza – Enviado Especial
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