Lautaro Martínez ya la pinchó y la pelota viaja hacia el fondo de la red ante la mirada resignada de los defensores peruanos. La imagen -captada por el lente de Pablo Dizeo desde una posición privilegiada- dibuja lo que fue la noche del “Toro” y el triunfo 2-0 de Argentina en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens.
“Oh oh oh I´m on fire” (en español, “oh oh oh, estoy ardiendo”), reza una legendaria canción del gran Bruce Springsteen, que bien podría acompañar el video con los goles del oriundo de Bahía Blanca, que se despachó con un doblete en la húmeda noche norteamericana para ratificar su estado de gracia y el primer puesto de la Selección en el Grupo A.
“En la Copa del Mundo disfrutaba porque era mi primer Mundial, pero tuve momentos de mucha tristeza, necesitaba a mi familia y tenía mucho dolor porque tenía que operarme del tobillo”, expresó Lautaro después de la tercera victoria consecutiva del elenco albiceleste. El jugador del Inter de Milán saborea este momento especial -que lo tiene como máximo goleador del torneo continental con cuatro gritos-, y lo dejó en claro pos partido ante las cámaras: “Ahora estoy feliz porque trabajé mucho para llegar a esta Copa América y poder tomarme la revancha de lo que fue el Mundial para mí”.
La discusión futbolera ahora tendrá -al menos hasta la llave de cuartos de final en Houston- un nuevo capítulo con el eje puesto en si tiene que jugar Lautaro o Julián Alvarez (hoy titular para Lionel Scaloni). Aunque si ese es un problema, bienvenido el dilema para el cuerpo técnico y los argentinos, que tenemos la posibilidad de contar con estos cracks que, a pesar de su juventud, ya son campeones del mundo. Aún así, con esos laureles, no se relajan en su competencia interna y demuestran un compañerismo que los hace cada vez más fuertes. Ya lo había dicho Scaloni luego de ganarle a Chile y que resume el clima que se vive puertas adentro: “Hoy hizo el gol Lautaro, estamos muy contentos. El primer contento es él, el segundo es Julián y el tercero soy yo”.
Argentina, sin Messi -estuvo en el banco por una lesión en el aductor- y con Di María conduciendo el rumbo futbolístico del equipo, contó con un “Toro” que sigue prendido fuego. Los miles de argentinos y argentinas que fueron hasta el norte de Miami a alentar al equipo nacional celebraron la victoria y disfrutaron de un Lautaro con sed de gloria personal y, por sobre todas las cosas, de querer abrazarse a una nueva alegría colectiva.
Por Diego Sánchez
Fotos: Pablos Dizeo – Agencia VOVOPAD