Messi marcó de penal para la victoria de Argentina. Agencia VOVOPAD

Ya pasaron las horas suficientes de terminado el partido, y es el momento de analizarlo. En la noche de ayer Argentina le ganó “como sea” a Chile por 1-0 con gol de penal de Lionel Messi . El crack del Barcelona, junto a Gabriel Mercado y Nicolás Otamendi, fueron los únicos que se salvaron en la noche del Monumental. El primero por su desequilibrio, y los defensores por sus ganas y su entrega cuando el trámite era sumamente desfavorable para su equipo.

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Cuando todo parecía dado para que la Selección Nacional se suelte y muestre su mejor versión (tras el gol anulado a la visita, y la pena máxima a favor), los de Edgardo Bauza chocaron contra sus propias limitaciones, y sus imprecisiones terminaron conspirando en su contra . A lo largo del partido fue notoria la desconexión existente entre el mediocampo y los delanteros. Ni Lucas Biglia, ni Javier Mascherano pudieron hacerse cargo del juego, y por ello los pelotazos largos comenzaron a tomar cada vez protagonismo.

Tal vez, lo más rescatable haya sido la tarea de la defensa, que pese a sufrir bajas antes y durante el partido, mostró su mejor cara cuando tuvo que defender el resultado ante un conjunto Trasandino que amenazaba constantemente con llegar a la igualdad. Sobre todo en los pies de Alexis Sánchez, que no dio pelota por perdida, y hasta estrelló un tiro en el travesaño en la segunda etapa.

Lo que es sí es cierto es que Argentina tenía que ganar y lo hizo: con poquísimo fútbol, es cierto, pero dejando atrás un duro escollo, y además superándolo en la tabla de posiciones (quedó tercera con 22 puntos). Pero consumada la victoria es momento de plantearse seriamente un estilo de juego, aunque parezca nunca haber existido. ¿Qué quiere “El Patón? ¿Un equipo que ataque? ¿Uno que defienda?

Ni siquiera los cambios que el técnico ha realizado a lo largo de su ciclo nos dejan adivinar sus intenciones: llegó a hacer convivir en cancha a Gonzalo Higuain, Lucas Pratto y Sergio Agüero para salvar la derrota ante Paraguay en Córdoba. Y hasta sacó a Enzo Pérez en Brasil (cuando el mendocino era de los pocos que estaban cumpliendo una correcta labor).

La brújula parece estar perdida. Y allí va la celeste y blanca, sufriendo: en algunos momentos por el marcador y en otros tantos por su evidente falta de identidad. Será tarea exclusiva del entrenador darle una urgente lavada de cara a los suyos, que ayer dejaron más dudas que certezas en un estadio repleto que esperaba un mejor espectáculo.

Próxima fecha

La siguiente parada será Bolivia, en La Paz. Y en donde tendrá un rival extra: los 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar. Además de que es un escenario históricamente adverso para los argentinos, ya que siempre le costó muchísimo conseguir allí un buen resultado. Es por ello, que el triunfo final sobre los chilenos, toma aún mayor notoriedad.

Por Federico Urriza
Imagen Agencia VOVOPAD