En un cierre de partido increíble, no apto para cardíacos, Flamengo logró derrotar por 2-1 a River Plate y se quedó con la Copa CONMEBOL Libertadores que se disputó en el Estadio Monumental de Lima. Los goles del campeón fueron convertidos por Gabriel Barbosa; mientras que Rafael Santos Borré había puesto inicialmente en ventaja a los argentinos.

Fue un partido con todos los condimentos que debe tener un encuentro de estas características, las tribunas estaban repletas y se vivió un gran clima. En el primer período los Millonarios lograron rápidamente ponerse en ventaja gracias al colombiano Santos Borré, y los minutos posteriores fueron dominados por los de Marcelo Gallardo, que pecaron de no estar finos a la hora de la definición.

El colombiano festejando el primer tanto del partido – Prensa CONMEBOL

Mientras tanto los brasileños habían acusado el golpe, y les costaba llegar con peligro al arco custodiado por Franco Armani. Recién en el complemento, y sobre el cierre de las acciones, pudieron inquietar a la defensa de la Banda. Sin dudas un cierre para el olvido para los de Núñez que vieron esfumarse su sueño de campeones en tan sólo tres minutos.

Quien logró desatar la fiesta para los del Mengao fue “Gabigol”, que apareció en todo su esplendor en el epílogo y dió vuelta el marcador. El primero fue entrando por el segundo palo tras una habilitación de Giorgian De Arrascaeta; y el siguiente con un fuerte zurdazo tras sacarse de encima las marcas de Lucas Martínez Quarta y Javier Pinola. Dos golpes que dejaron sin reacción a los de River.

El delantero mostró toda su jerarquía en el cierre – Prensa CONMEBOL

De esta forma el combinado de Río de Janeiro logró consagrarse por segunda vez en su historia y levantar nuevamente, tras 38 años, la Copa CONMEBOL Libertadores. Un equipo con una gran actualidad también en los certámenes domésticos y con una fuerte inversión en refuerzos de jerarquía para volver a ser protagonistas en el plano internacional. En el camino quedó la ilusión del bicampeonato para los del “Muñeco”, que pese al resultado final, se debe reconocer su gran campaña a lo largo del torneo, e inclusive en la misma definición.

Por Federico Urriza
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