Con el Argentina y Uruguay del martes, en el estadio La Portada al fin su vivió clima futbolero, algo que no había pasado el duelo anterior, el sábado pasado, ni a lo largo de esta Copa América que se disputa en territorio chileno.
El clásico de anteanoche despertó interés en La Serena y la rivalidad, por la fuerza de su historia, se hizo notar en las tribunas desde muchos antes del inicio del partido.
Si desde temprano coparon puntos estratégicos de la ciudad vestidos con sus colores representativos, en la cancha los simpatizantes de uno y otro país buscaron taparse con cánticos y gritos de aliento, cargadas, ironías y todo el folclore de un público que se percibió era más futbolero que el que asistió al duelo ante Paraguay. En aquella ocasión, como ha sucedido en varias sedes, la cancha se pareció más a un teatro que apreciaba en silencio el espectáculo.
“Hay que saltar, el que no salta es de Uruguay”, corearon los argentinos en más de una ocasión, aunque tampoco se olvidaron de cantar contra el pueblo chileno: “El que no salta es un traidor”, se escuchó en referencia directa a la ayuda brindada por el gobierno trasandino a los ingleses en el transcurso de la Guerra de Malvinas, en 1982.
“Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar”, fue uno de los hits más reiterados en la fría noche de la comuna costera, incluso cuando se consumó la victoria argentina, que se festejó mucho teniendo en cuenta el rival de enfrente y el posicionamiento en la tabla del Grupo B.
Por Diego Sánchez
Imagen El Fulbaso – Diego Riquelme
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