(Fotos) El gran día del debut de Argentina en Brasil 2014 finalmente llegó. También era el debut en esta copa del Maracanã, escenario que será testigo de la final de esta copa.
Las inmediaciones del estadio comenzaron a vestirse de celeste y blanco desde muy temprano. El medio de transporte ideal es el subte, cuya estación, que lleva el mismo nombre del estadio, desemboca en una gran pasarela que deja a los hinchas frente a la inmensidad de este majestuoso estadio.
Hinchas con banderas de Neuquén, Salta, Río Negro, La Plata, Córdoba… todo el país estuvo presente de punta a punta. Gorros, disfraces, maquillaje cualquier cosa era menester para alentar a la Selección.
Los que tenían sus tickets disfrutaban el momento, los que no esperaban el milagro de conseguir una. Pero conseguirla no era tan fácil. La reventa en los alrededores comenzaba a cotizar desde los U$S900, una de categoría 3 que a precio oficial se vendía por sólo U$S90. Habrá quien consiguió, pero también hay que decir que la policía se llevó detenidas a varias personas que estaban en esta venta ilegal.
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Galería completa – Fotos © Diego Riquelme
En el otro extremo, en el Fan Fest de Copacabana, la atmósfera era mas diversa. En el complejo montado con pantalla gigante, hinchas de diferentes nacionalidades se acercaron para ver los partidos del día. Por eso no extrañaba ver camisetas de Francia, Chile, Honduras, Argentina y Brasil entre otros.
Al momento del partido de Argentina, el duelo de hinchadas con los brasileros estuvo a la orden del día. Éstos últimos cantando en contra de Messi y vitoreando cada toque de Bosnia. El desahogo vino cuando llegó el primer gol, ese que nos dejó la voz al 50%… porque el otro 50% lo terminamos de perder cuando Messi estampo su primer gol en esta copa.
En el Maracanã 74.738 presenciaron el partido, en Copacabana cerca de 18.000 alentaron con los pies en la arena blanca.
Hoy la acción sigue con el banderazo en el Cristo Redentor. Los locales ya hablan de estar “cansados” de tantos argentinos… y tienen razón porque somos locales otra vez.
Por Diego Riquelme / Nicolás Gómez – Enviados especiales
Imagen El Fulbaso