Al igual que en la segunda fecha de la Fase de Grupos frente a Croacia, Argentina volvió a sufrir ante un equipo de categoría. Esta vez fue la selección francesa la que desnudó todas las debilidades del combinado Albiceleste. Sin dudas fue un golpe duro, más aún teniendo en cuenta que le costó volverse a casa en Octavos de Final. Quedando en el camino la ilusión de los miles de hinchas que coparon las tribunas del Kazan Arena.

La tercera fue la vencida para el equipo de Sampaoli, que ya había puesto en jaque su presencia mundialista tras la mencionada derrota frente a los croatas, y la victoria sobre la hora frente a Nigeria en la última fecha. En la previa algo era seguro: no llegaba como favorito para el encuentro con los franceses. Pero sí con esperanzas, sobre todo por tener en sus filas a Lionel Messi, y por haber mostrado frente a los africanos un crecimiento en su juego.

Pero lamentablemente, las ilusiones nacionales caerían como fichas de dominó ante la practicidad, la contundencia, y la juventud de su oponente. Los Blues, con Kyllian Mbappé a la cabeza se hicieron un festín con la defensa sudamericana. Que para colmo, tuvo escaso peso ofensivo, debido a que el técnico de Casilda dispuso jugar sin un nueve de área. Dicha decisión conspiró contra las intenciones argentinas de complicar a su rival. Y por supuesto con las de lograr la clasificación a Cuartos.

Prueba de ello es que las tres anotaciones de la celeste y blanca no llegaron a través de jugadas elaboradas, sino por acciones aisladas del juego. Aunque claro, vale destacar la gran pegada de Ángel Di María en el primer gol. Francia demostró en cancha la importancia de tener un equipo con todas las letras, y no depender solamente de la iluminación de un jugador. Por ello, fue ampliamente superior a Argentina, tanto anímica, como futbolísticamente.

Los dirigidos por Didier Deschamps nunca cambiaron su estrategia, ni siquiera cuando estuvieron en desventaja en el marcador. Allí estuvo su principal fortaleza, más allá de la excelsa tarea de sus delanteros. Por el otro lado, pese a haber acusado el golpe, los argentinos nunca dejaron de ir en busca del milagro. Lo positivo, fue que no hubo una intrascendencia total como frente a Croacia, en dónde los minutos finales habían sido una anarquía.

Con el resultado puesto y la eliminación digerida, será momento de analizar los pasos a seguir de cara al futuro. En dónde urge un recambio de jugadores, como así también un técnico que esté a la altura de las circunstancias.

Por Federico Urriza
Imagen FIFA vía Getty Images