Lamentablemente estas líneas no son para analizar lo que fue el partido de vuelta de la gran final de la Conmebol Libertadores. Una vez más volvieron a ganar los inadaptados de siempre, a los que por estas tierras ya nos acostumbramos a tener entre nosotros, a un grupo minúsculo que arruinó lo que debía haber sido una fiesta del fútbol sudamericano.

River y Boca no pudieron medirse en El Monumental, debido a que la delegación Xeneize fue salvajemente atacada cuando estaba por arribar al estadio. Y a partir de allí se tejieron mil y una historias. Las idas y venidas de las máximas autoridades del mundo de la redonda, no sólo a nivel local, sino también internacional fueron constantes.

De este bochorno fue testigo privilegiado Gianni Infantino, actual presidente de la FIFA. Desde la Conmebol se insistió con jugar el encuentro hasta último momento, pero lo cierto es que todo estaba desdibujado. Desde el primer momento que salieron a luz las imágenes de cómo habían sido atacados los jugadores Boquenses, se sabía que ya algo se había desnaturalizado.

Y finalmente, lo que debió haber sido un espectáculo, se convirtió en una película con tintes de terror y suspenso; ya que hubo corridas tanto dentro, como fuera del Vespucio Liberti. Como así también represión policial fuera de las instalaciones. El público que colmó las tribunas Millonarias sufrió agresiones de todo tipo, y por momentos fue mucha la preocupación.

La certeza que nos queda, es que –como se preveía– no estamos aún preparados para albergar un evento de este calibre. El hincha argentino debe ser consciente que vive a merced de un grupo de individuos que poco le importa los colores, y que es capaz de todo. Inclusive de suspender una Final del certámen más importante que tiene nuestro continente.

Quedará esperar hasta mañana para saber si podremos ver al nuevo campeón de la edición 2018 de la Conmebol Libertadores, pero con un dejo de incertidumbre, es válido preguntarse: ¿quién nos puede asegurar de que no vuelva a suceder lo mismo que esta tarde? Por el bien del deporte que amamos, esperamos que dentro de 24 horas la historia cambie, y que de una vez por todas podamos escribir sobre lo que más nos gusta.

Por Federico Urriza
Imagen Agencia VOVOPAD