Sin dudas un Clásico Platense sin mucho para rescatar, solamente el hecho de que volvió a jugarse en el Jorge Luis Hirschi tras más de 15 años de espera. Durante toda la tarde solamente hubo tres emociones: los dos travesaños de Leandro Díaz, para el local; y la expulsión de Harrinson Mancilla en la visita.

Después, a lo largo de los 90 minutos, a los dos equipos les costó hacerse dueños del juego. El Lobo comenzó con mejores intenciones, sobre todo cuando las acciones pasaron por los pies de Brahian Alemán. El volante siempre mostró su buena pegada y su intención de llevar peligro al área contraria.

Alemán fue una de las llaves de la tarde en el Lobo – Agencia VOVOPAD

Mientras que el Pincha, tras un flojo arranque, comenzó a conectarse mejor y pudo haber abierto el marcador tras un tiro de media distancia de Díaz que estalló el travesaño custodiado por Rodrigo Rey. Después no mostró mucho más, aunque siempre buscó ser directo apostando a la experiencia del “Tucu” y de su socio Martín Cauteruccio.

“El Loco” fue el que estuvo más cerca de abrir el marcador – Agencia VOVOPAD

Para el complemento, el trámite no cambiaría mucho hasta los 30 minutos, momento en el que Mancilla se fue expulsado por doble amarilla. Allí los Triperos retrocedieron algunos metros y el León, con pocas ideas, trató de abrir el marcador. La más clara, nuevamente estuvo en los pies de Díaz, quien no estuvo fino y volvió a chocar contra el poste horizontal de Rey.

El colombiano dejó el campo de juego antes de tiempo – Agencia VOVOPAD

Finalmente, los minutos transcurrieron, pero Estudiantes no pudo, ni supo cómo vencer la resistencia del ex arquero de Godoy Cruz. Que terminó siendo la figura del encuentro tras ahogarle el grito sagrado al ingresado Manuel Castro sobre el epílogo. Un empate con sabor a poco, los equipos platenses quedaron en deuda.

Por Federico Urriza
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