Por la fecha quince de la Superliga Argentina, Estudiantes empató 1-1 contra Atlético Tucumán en el flamante Jorge Luis Hirschi. El encargado del primer grito en la nueva casa Pincha fue Ángel González; en tanto que Marcelo Ortíz puso las cifras definitivas para la visita. A continuación las claves para entender el resultado final:
UNO
El conjunto de Gabriel Milito sufrió la ausencia (por expulsión ante Colón) de Jonathan Schunke, sobre todo a la hora de ordenar la marca y comandar el retroceso del equipo. Con poco, el Decano lo complicó mucho. En ambos períodos Javier Toledo y sus pivoteos fueron un peligro constante para toda la defensa local. Como así también las corridas por la banda de Lucas Melano.
Gabriel Milito (D.T. EDLP): “En el primer tiempo sentimos emocionalmente lo que significaba jugar en la nueva cancha, pero en el segundo jugamos mejor. Nos faltó hacer un gol más. Enfrentamos a un rival duro, erramos situaciones muy claras y lastimosamente llegó la jugada en la que terminaron empatándonos”.
DOS
El Pincha tuvo sus buenos momentos en el encuentro, con Gastón Fernández a la cabeza, que siempre le da la cuota de claridad necesaria a los ataques. Pero no tuvo compañía por las bandas, ya que ni Manuel Castro ni Edwar López tuvieron una buena jornada. Y les costó poder desequilibrar en sus respectivos carriles.
TRES
Mateo Retegui tuvo sus oportunidades, pero le costó dominar la pelota. Mientras tanto los Tucumanos se mostraban al acecho, aprovechando el andarivel izquierdo de ataque. Tanto Facundo Sánchez, como Iván Erquiaga tuvieron una mejor actuación en ataque, que en defensa. La más clara en la primera etapa fue un tiro desde afuera de Iván Gómez.
CUATRO
Milito sabía que debía ir por los tres puntos y mandó a la cancha a Ángel González en lugar del uruguayo Castro. El delantero le respondió con creces, y al minuto de haber ingresado marcó el primer gol de la vuelta del León a 1 y 57. El mendocino recogió un rebote en el área tras un pase al medio de “La Gata” e hizo estallar el grito sagrado.
CINCO
Con la ventaja a favor, Estudiantes empezó a mostrar su mejor versión, pero pecó a la hora de definirlo. Y lo terminaría pagando caro, porque Atlético no bajó los brazos y de pelota parada logró emparejar las acciones. Marcelo Ortíz fue quien con un gran anticipo, anotó el empate con un fuerte cabezazo que dejó sin reacción a Mariano Andujar.
Por Federico Urriza
Imagen Prensa EDLP