VIDEO / En una noche iluminada de Guido Carrillo, Estudiantes comenzó su periplo copero con una gran victoria de local ante el Barcelona de Guayaquil.
Para el equipo y toda su gente no es un partido más. Los encuentros por Copa Libertadores despiertan ese halo de mística del que todos hablan. Si bien fue el primer partido del Grupo 7 la gente acompañó en gran número y el equipo estuvo a la altura de las circunstancias.
Es cierto que se esperaba un despliegue mayor de la visita, pero Estudiantes se plantó bien en el campo de juego y dominó la mayor parte de las acciones.
Con la presión que ejercía el equipo en el mediocampo para recuperar la pelota, todo se le hizo más fácil a los extremos para desequilibrar y enviar centros al área, Auzqui y Cerruti por derecha, Sanchez Miño y Álvaro Pereira por izquierda.
Por eso no tardó mucho en llegar el gol. A los 15´del primer tiempo una pelota despejada en el área rival le permitió a Damonte probar de media distancia. Máximo Banguera contuvo bien el disparo pero en el rebote Guido Carrillo no perdonó y abrió el marcador.
Estudiantes iba y venia, controlaba la pelota y la hacía circular. A los 36´un centro de Sánchez Miño terminó con el segundo gol de la noche. Nuevamente Guido Carrillo facturaba con un estupendo cabezazo elvandose entre los dos defensas y dejando sin posibilidades al arquero.
En el complemento, Estudiantes fue más cauto pero sin perder presión le permitió a Barcelona ir en busca del descuento. Pero aún así el arco defendido por Hilario Navarro no sufrió mayores peligros.
Pero a la noche le queda un grito más. Y quien sino Guido Carrillo, para facturar por triplicado. El reloj marcaba 25´ cuando Rosales envía un centro de la derecha que bien deja pasar Auzqui, bajo la marca de dos jugadores, y asi dejar llano el camino para la definición del 9.
Así fue el arranque de Estudiantes en la Copa: contundente. Un gran envión anímico para el equipo que ahora debe pensar en el torneo local y en el partido contra su clásico rival.
Por Diego Riquelme
Imagen El Fulbaso