Otro sueño que se hizo añicos

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Desde que empezó ayer a rodar la pelota en el Estadio Nacional de Santiago, la cosa pintó complicada. Y así fue, durante cada minuto de juego. Argentina nunca pudo encontrarle la vuelta al partido, lo sufrió como nadie esperaba y luego lo terminó perdiendo en los penales. Desde los doce pasos se fueron las ilusiones de un equipo que quería cortar una racha negativa de 22 años sin títulos, algo que finalmente no consiguió, porque Chile se le plantó, le jugó de igual a igual y tras empatar en los 90 y en tiempo suplementario, se impuso por 4-1 para desatar el festejo de millones de trasandinos desde Punta Arenas hasta Arica.

La Copa América quedó en Chile, y Argentina se fue con el sabor amargo de otra final perdida, como la del Mundial de Brasil el año pasado. No hay caso, este grupo de jugadores no puede coronarse con la Selección, quizás la mayor cuenta pendiente para muchos de ellos, como Lionel Messi y Javier Mascherano, a los que se vio abatidos en el césped del Nacional, testigo de otra frustración albiceleste.

Dentro de la cancha no hubo respiro. Messi la metió para Agüero, pero el “Kun” no llegó a tiempo. Valdivia pudo pegarle al arco luego de hacerse un hueco en el área, pero eligió mal y al intentar una habilitación la jugada se deshizo. Todo era a medias. Pateó Vargas, afuera.

Apareció “Chiquito” Romero para ahogarle el gol a Vargas con un manotazo salvador. Argentina estaba incómoda, con imprecisiones y desconectada en el mediocampo.

De todos modos Bravo le tapó un buen cabezazo al “Kun” tras una rosca de Messi. Y en la contra se escapó el movedizo Vargas por la derecha, pero su derechazo se fue muy alto.

Di María se lesionó y entró Ezequiel Lavezzi. Nada cambió.

El partido no tenía brillo, era puro nervio y fricción. Jorge Sampaoli caminaba, de un lado a otro, a lo Marcelo Bielsa. Gerardo Martino también se mostraba inquieto. El equipo no respondía, con inconexiones en todas las líneas. A la Selección le costaba el partido, que estaba muy chivo. Chile jugaba como debía, concentrado y sin margen de error.

En la última jugada del primer período Lavezzi tuvo el gol tras un pase atrás de Pastore, pero el del PSG remató a las manos de Claudio Bravo, que rechazó con los puños.

El complemento comenzó con un cabezazo de Vidal que Romero controló sin problemas. Chile avisaba. Y otra vez Vidal entró en acción, con lujo para Valdivia, aunque estaba Mascherano para rescatar al fondo albiceleste. El local empujaba. Dos amarillas en un minuto para Argentina: Rojo y Mascherano. Los chilenos enloquecían y agitaba sus banderas a grito pelado.
Argentina tuvo un par de córners, señal de que estaba parado más arriba. Pero fue solo un amague.

El “Tata” metió a Higuaín por Agüero. Sampaoli cambió a Valdivia e hizo ingresar a Matías Fernández. Pero Argentina seguía sufriendo. Por un momento los trasandinos arrinconaron al elenco de Martino. En ese momento Alexis sacó el “uhhh” con una volea que se perdió cerca del palo derecho de Romero.

Argentina casi lo gana sobre la hora, tras un ataque formidable de Messi. “Leo” escapó entre dos rivales y habilitó a Lavezzi, quien buscó a Higuaín por el otro lado, pero el “Pipita” llegó sin ángulo y su toque pegó en la parte externa de la red. El Nacional hizo silencio, y respiró.

En el suplementario Marcelo Díaz tuvo una media vuelta, pero su disparo terminó alto. Mascherano y Messi hablaban en el medio, como buscando soluciones. “Masche” arengaba a todos.

Fue Alexis el que se devoró el gol tras una corrida fenomenal, pero el bombazo del hombre del Arsenal culminó por encima del travesaño. Los chilenos se rompían las manos aplaudiendo en el final de la primera etapa del tiempo extra.
Los minutos se fueron escurriendo entre la tensión y las pelotas divididas. El cansancio se sentía en los jugadores. Lavezzi rengueaba, Charles Aranguiz acusaba calambres.

Pero la historia no se terminó en los 90 reglamentarios, siguió en el suplementario y se extendió a la sufrida definición por penales. Allí Chile estuvo mejor y dio la vuelta olímpica contra todos los pronósticos, hasta los de su propia historia, esa que decía que nunca había podido ganar un título. Las rachas están para romperlas, y Chile lo hizo. Y, a decir, verdad, es un justo campeón.

No hay nada más doloroso en el fútbol que perder una final, pero no quiero que pase más tiempo sin darles las gracias a…

Posted by Leo Messi on Lunes, 6 de julio de 2015

Tensión y explosión de la “marea roja”

Inauguró Matías Fernández, golazo. Chile se ponía 1-0. Messi, con tranquilidad, cambió el suyo por gol, con zurdazo cruzado. Turno de Arturo Vidal, la tocó Romero pero se metió: arriba “La Roja” 2-1. Higuaín lo tiró a la tribuna y Chile tenía la oportunidad de sacar ventaja. Y lo consiguió, por medio de Charles Aránguiz, quien metió un fierrazo para el 3-1. Claudio Bravo se lo atajó a Ever Banega y la fiesta estaba a punto de estallar. Si Alexis metía el suyo, Chile era campeón. Y el “Niño” Maravilla se la picó a Romero para inflar la red y desatar el delirio de millones de chilenos. De ahí en más, la alegría fue toda para “La Roja”.

Chile 0 (4)

Claudio Bravo
Gary Medel
Mauricio Isla
Francisco Silva
Marceo Díaz
Jean Bousejour
Charles Aránguiz
Jorge Valdivia
Arturo Vidal
Alexis Sánchez
Eduardo Vargas
DT: Jorge Sampaoli

Argentina 0 (1)

Sergio Romero
Pablo Zabaleta
Martín Demichelis
Nicolás Otamendi
Marcos Rojo
Javier Mascherano
Lucas Biglia
Javier Pastore
Angel Di María
Sergio Agüero
Lionel Messi
DT: Gerardo Martino

Goles: No hubo.

Penales convertidos por Argentina: Messi; penales fallados, Higuaín, Banega. Penales hechos por Chile: Fernández, Vidal, Aránguiz, Sánchez.
Cambios: PT, 28’ Lavezzi por Di María (A). ST, 30’ Higuaín por Agüero (A); 31’ Fernández por Valdivia (C); 35’ Banega por Pastore (A). PT suplementario: 5’ Henríquez por Vargas (C).

Arbitro: Wilmar Roldán, de Colombia.
Cancha: Nacional de Santiago.

El peor escenario

Tras la definición de Alexis Sánchez los jugadores argentinos quedaron devastados en el campo de juego. Cabizbajos, sin palabras y con la tristeza a flor de piel, el equipo esperó con desazón la premiación. Tras recibir las medallas, mientras gran parte del público los aplaudía, uno por uno los futbolistas se las fueron sacando en la medida que bajaban las escalinatas del escenario de premiación. Una vez que todos recibieron su plata, el equipo se retiró rápidamente a los vestuarios, no queriendo ni mirar lo que venía, el festejo de los chilenos levantando la Copa ante su gente.

Por Diego Sánchez
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